Vía: Bravonude
Hace unos poco años, cuando las Tecnologías de la Información y la Comunicación no eran el centro de la vida, muchas personas tenían que ir al kiosco del barrio a comprarse una revista de estilo pornográfico. En estos momentos, ya no se escucha hablar de estas publicaciones, pero tampoco se aprecia que el oficio de kioskero este en apogeo. Bajo esta racionalidad abstraigo que gracias al vendedor de pipas y otros artículos más útiles para los hábitos guarreriles, una gran parte de la población adulta pudo darle uso a su mano y una parte de la población infantil pudo observar "el mal" en la parte trasera de este tipo de establecimientos.
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